El expresidente Mauricio Macri busca apurar a la Cámara Federal de Casación Penal en busca de una definición sobre su nuevo intento de apartar al juez que lo procesó, Martín Bava, del expediente en el que se lo investiga por supuesto espionaje ilegal a los familiares de los fallecidos tripulantes del submarino ARA San Juan, hundido en el Mar Argentino en 2017.

Esta semana, mientras tramita en la Cámara Federal de Mar del Plata la apelación a su procesamiento, su abogado defensor, Pablo Lanusse, se presentó ante el máximo tribunal penal con un escrito en el que renunció a la posibilidad de protagonizar una audiencia para exponer los argumentos con los que quiere apartar a Bava.

«Vengo a renunciar al término de oficina y a la audiencia para informar», escribió el abogado de Macri en el escrito al que accedió Télam, luego de haber adelantado el jueves que la defensa del expresidente había pedido acelerar el trámite porque se trata de una «cuestión aquí debatida, es de puro derecho».

Lanusse no dio vueltas a la hora de justificar el renunciamiento a la posibilidad de la audiencia y explicó en su escrito que lo hacía «para permitir a esta distinguida sala acelerar los tiempos para el dictado de su resolución de fondo en relación con la cuestión que aquí se ventila, que resulta urgente a los fines de poder obtener tutela judicial efectiva».

Los jueces que deberán decidir sobre el planteo de Macri son los integrantes de la Sala Segunda de Casación -Alejandro Slokar, Guillermo Yacobucci y Carlos Mahiques-, que el último viernes emitió el informe de rigor con el que rechazó una recusación que habían presentado algunos de los querellantes que entendían que no podía intervenir en la causa por sus supuestos vínculos con el Gobierno de Juntos por el Cambio.

Pablo Lanusse, el defensor de Mauricio Macri.

Al insistir ante Casación con el intento de apartar al juez Bava, la defensa de Macri sostuvo que el juez «dictó el auto de procesamiento el 1° de diciembre de 2021, reiterando todos sus prejuicios, prejuzgamientos y ausencia de imparcialidad frente al caso concreto y en perjuicio del Sr. Mauricio Macri que ya había exhibido en su decisión del 1° de octubre del mismo año».

Esos argumentos ya habían sido planteados ante el propio juez y ante la Cámara Federal de Mar del Plata quienes rechazaron en dos oportunidades las recusaciones planteadas por Macri.

El tribunal de apelaciones de Mar del Plata, sin embargo, fue el que habilitó de forma «excepcional» el recurso de Casación para que sea el máximo tribunal penal del país el que defina si debe prosperar o no la recusación contra Bava, aunque no se trate de una resolución equiparable a una sentencia definitiva.

Ante aquella decisión, la querella de familiares de tripulantes del San Juan a cargo de la abogada Valeria Carreras sostuvo que «el hecho de haber concedido a Macri el recurso de casación contra el rechazo de la recusación al juez Bava es otra muestra del poder real que detenta aún el expresidente y su desesperación por apartar a cualquier juez probo que en serio se maneje con pruebas y dentro de la ley».

El 1 de diciembre, el juez Bava procesó al expresidente tras encontrarlo «penalmente responsable del delito de realización de acciones de inteligencia prohibidas en carácter de autor en virtud de haber posibilitado la producción de tareas de inteligencia ilegal».

Para Bava está demostrado en la investigación que «el entonces Presidente de la Nación, Ing. Mauricio Macri, en conjunto con los jefes de la Agencia Federal de Inteligencia, posibilitó, generó las condiciones, acumuló información, hizo uso y no dispuso el cese de la realización de tareas de inteligencia expresamente prohibidas».