Argentina fue el único país que votó en contra de una resolución sobre prevención y eliminación de la violencia contra mujeres y niñas en la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU).

La resolución impulsada por Rusia tuvo 170 votos a favor, 13 abstenciones -entre ellos el de la delegación rusa, de Irán, Nicaragua y Corea del Norte-, y un solo sufragio en contra, el de la representación argentina.

El borrador de la resolución se concentraba en la “intensificación de los esfuerzos para prevenir y eliminar toda forma de violencia contra mujeres y niñas: el ámbito digital”. Como sucedió con el voto en contra del embargo a Cuba en la ONU, las posiciones que la Argentina toma en Nueva York se deciden en Buenos Aires entre la Cancillería y Casa Rosada.

Desde la Cancillería justificaron esta posición por el texto de la resolución que, entienden, incluía cuestiones discriminatorias hacia los pobres, la puerta de entrada a exigir en otros programas y elementos que no tienen evidencia alguna. Esta es la lectura que se hizo desde Palacio San Martín y que generó el malestar entre muchos aliados occidentales, que sí acompañaron este proyecto y hacen un análisis bien distinto al que hizo la Argentina.

Es la segunda vez en la semana que Argentina es la única nación en votar en contra de un proyecto tratado en el recinto. El lunes, fue el único país no adherir a una resolución sobre los derechos de los pueblos indígenas.