El hombre asesinado a balazos el domingo durante una fiesta de cumpleaños realizada en un balneario marplatense recibió cuatro impactos de bala, el mortal en la zona lumbar, cuando intentaba «calmar los ánimos» tras una pelea que el agresor había mantenido con un empresario quilmeño, por lo que «nada ameritaba» el ataque, según dijo la fiscal de la causa.

La representante del Ministerio Público Fiscal (MPF) de Mar del Plata a cargo de la causa por el homicidio de Maximiliano Rhil (44), Forencia Salas, dijo a la prensa que la investigación está ahora orientada a dar con el acusado, quien tras el crimen escapó en un Toyota Corolla Blanco.

Otras fuentes vinculadas a la pesquisa identificaron al sospechoso como un comerciante tucumano dedicado a la venta de pollos, quien llegó como acompañante de su novia a la fiesta de cumpleaños que celebraba el empresario Mauricio Ríos en el Club de Playa Horizonte, ubicado en avenida de los Trabajadores, entre Oneglia e Isla Cerdeña, de dicha ciudad de la costa atlántica.

Salas confirmó que, de acuerdo a los estudios forenses, Rhil fue impactado por cuatro de los nueve balazos disparados por el atacante con una pistola calibre 9 milímetros, el mortal de ellos en la zona lumbar, ya que los tres restantes fueron en un tobillo, una rodilla y una muñeca.

Además, la fiscal reveló que otro hombre que resultó herido durante el cumpleaños, Ariel Nuñez (49), un empresario oriundo de de Quilmes Oeste y padrino del hijo del anfitrión de la fiesta, quien fue el que inicialmente mantuvo la pelea con el atacante, no le atribuyó a éste la fractura que sufrió en uno de sus tobillos, sino que dijo que «trastabilló».

«Los datos que tenemos hasta ahora son que, con motivo de un evento en el balneario Horizonte, el imputado fue acompañado a su novia, por lo que no era invitado ni tan conocido por el grupo», dijo Salas.

La fiscal agregó que durante el festejo, en el que había niños y un pelotero, «se produce una pelea entre él (Pinna) y Núñez, que termina lesionado en una pierna, aunque no sindica a esta persona prófuga como autora de ese hecho (la lesión)».

De acuerdo al relato de la fiscal, tras ese altercado con Núñez, Pinna «se retira hasta su auto siendo seguido por Maximiliano Rhil, en un intento de calmar los ánimos».

Salas añadió que, en base a las declaraciones de 20 testigos ya incorporadas a la causa, se determinó que Pinna «sube a su vehículo, extrae un arma y efectúa nueve detonaciones, cuatro sobre el cuerpo de la víctima, sin mediar discusión previa o altercado, solo que Rhil le recriminaba esa actitud agresiva dentro del evento. Nada ameritaba que el imputado arremeta contra él con cuatro tiros».

«Es la muerte de una persona que de alguna manera estaba intentando calmar los ánimos», expresó la fiscal.

Salas dijo que, tras el hecho, el agresor escapó en un Toyota Corolla que fue seguido por las cámaras de la ciudad de Mar del Plata hasta la zona del centro y después se perdió.

Durante las tareas realizadas en el salón de fiestas, los peritos de la Policía Científica levantaron nueve vainas servidas calibre 9 milímetros pertenecientes al arma del atacante, ya que no se halló ningún indicio de que otra persona hubiera disparado o repelido la agresión contra Rhil.

Tras el ataque, y a raíz de un llamado al 911, personal de la comisaría 5ta. de Mar del Plata arribó al lugar y solicitó una ambulancia del Servicio de Atención Médica de Emergencias (SAME) para trasladar a Rhil al Centro de Salud 2 «Guanahani», en avenida 12 de Octubre al 440, donde falleció a raíz de las heridas sufridas.

En tanto, Núñez fue llevado al Hospital Privado de la Comunidad de Mar del Plata donde fue asistido de su fractura.

Según las fuentes, Rhil era empleado de una cadena de carnicerías, residía en un barrio cerrado del partido de Ezeiza y había viajado especialmente a Mar del Plata tras ser invitado al cumpleaños.

Sobre el agresor, los voceros dijeron que «pocos de los que asistieron a la fiesta lo conocían. La invitada era su pareja, quien escapó junto a él».