Un nuevo decreto presidencial, alineado con las políticas del gobierno de Javier Milei, buscará eliminar el reconocimiento de las identidades no binarias en los documentos argentinos, es decir, personas que no se autoperciben con los géneros femenino y masculino.

Esta medida se suma a la prohibición del lenguaje inclusivo y al desfinanciamiento de programas de salud reproductiva y posiciona a Argentina como un país cada vez más restrictivo en materia de derechos humanos.