La escalada de precios en los combustibles continúa en Argentina, afectando tanto a los consumidores como al sector industrial y comercial. Según las últimas actualizaciones en el mercado, se espera que las naftas y el diésel sufran un ajuste promedio del 4%, aunque algunos productos podrían experimentar subas aún mayores. Estos incrementos se producen en un contexto de presión inflacionaria y volatilidad económica, afectando a una ciudadanía que ve cómo el costo de vida sigue en alza.
El ajuste se explica por dos factores principales: el primero, un aumento del 2% destinado a reflejar la suba del dólar oficial, que se actualiza mensualmente según el crawling peg aplicado por el Banco Central. A esto se suma otro 2% vinculado a la suba del barril de Brent, la referencia internacional para el petróleo. A principios de octubre, el barril cotizaba en torno a los 71 dólares, mientras que hoy ronda los 76, lo que impacta directamente en los precios locales