El caso comenzó cuando uno de los imputados utilizó un inhibidor de señal para apoderarse de las pertenencias dentro de un auto Nissan estacionado en Quilmes. Este dispositivo bloqueó la señal de cierre enviada por el propietario, dejando el vehículo abierto. El delincuente sustrajo un bolso que contenía tarjetas de crédito y débito, documentación y dispositivos tecnológicos.
La víctima, al revisar su cuenta corriente del Banco Santander, descubrió transacciones y extracciones fraudulentas que superaban los 2 millones de pesos. Estas operaciones se realizaron en un cajero automático en Wilde. Además, se detectó una transferencia de $1,306,900 y consumos irregulares con la tarjeta de crédito VISA de la víctima, sumando más de $300,000.
La investigación, llevada a cabo por la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N.º 1 de Quilmes bajo la dirección de Ariel Rivas, permitió identificar y detener a los sospechosos. La mujer beneficiaria de la transferencia ilícita se presentó en la sucursal del Banco Provincia en Bernal, acompañada por otro imputado, para retirar los $1,306,900, a sabiendas del origen ilícito de los fondos. Esta acción proporcionó pruebas cruciales para los investigadores.