La reciente fuga del exdiputado de La Libertad Avanza, Germán Kiczka, acusado de integrar una red de pedofilia, ha desatado una ola de indignación en la sociedad argentina, no solo por la gravedad de las acusaciones, sino también por la reacción del presidente Javier Milei, quien eligió abordar el tema con un tono de burla y falta de seriedad.

A través de la red social X (antes conocida como Twitter), el mandatario reposteo una publicación que intentaba desligar a Kiczka de su partido y vincularlo con Martín Tetaz, diputado de Juntos por el Cambio. En la publicación original, se bromeaba de manera despectiva sobre la estatura de Tetaz, calificándolo de «pibito», mientras se hacía alusión al caso de pedofilia de Kiczka. Este comentario no solo es de mal gusto, sino que ignora la gravedad de la situación, tratándose de un caso que involucra delitos sexuales contra menores, un tema que debería ser abordado con la máxima seriedad y respeto.

Tetaz, por su parte, decidió no entrar en la polémica, afirmando que cualquier respuesta solo lo pondría al nivel de los agresores. «Las agresiones hablan del agresor; cualquier respuesta me pondría a su altura», expresó, prefiriendo enfocarse en temas de política económica como el aumento a los jubilados